Normalmente sólo se expenden los siguientes tipos
de insulina: a) Insulina regular, corriente, simple o cristalina; b)
Insulina cinc protami- na; c) Insulina NPH o Isofane; d) Insulina
Lenta; e) Insulina Semilenta, g) Insulina Ultralenta. La insulina
globina prácticamente no se usa en nuestro medio. Por otra parte, los tipos de
insulinas ya descritos son de conocimiento universal.
Hasta 1921
se hicieron ensayos con extractos pancreáticos para tratar de corregir la
hiperglucemia. Bantin y Best fueron los primeros en obtener un extracto
pancreático; primitivamente se denominó isletina y con posterioridad insulina,
de acción hipoglucemiante, sin efectos tóxicos.
El
preparado, al comienzo amorfo, se obtuvo en cristales. Se observó que la
cristalización de la insulina sólo era posible si existía cierta proporción de
cinc y otros metales. I.a insulina cristalina presentaba el inconveniente de su
escaso tiempo de acción (6 horas) obligando a repetir las inyecciones en el
transcurso del día o a dejar zonas con hiperglucemia.
Se
efectuaron diversas tentativas para encontrar una forma de acción retardada.
Hagedom obtuvo por combinación con una proteína, la insulina cinc protamina de
más de 24 horas de duración que permitió administrarla en una sola inyección
diaria. Sin embargo, como la insulina cinc protamina sólo iniciaba su sesión a
las 6 horas y tenía su efecto máximo en la noche, había una distribución no del
todo adecuada pues existía el riesgo de hiperglu- cemias matinales e
hipoglucemias nocturnas.
Desde 1942
se iniciaron ensayos mezclando insulina cristalina e insulina cinc protamina en
la misma jeringa o en inyecciones separadas. Estas mezclas consiguieron éxito
al obtener en muchos casos un nivel eficiente de acción, pero seguían
presentando el inconveniente de exigir una educación diabetológica grande para
no cometer errores en el momento de preparar las mezclas.
De allí el éxito que tuvieran las denominadas
insulinas de acción intermedia (NPH y Lenta y, en menor proporción, globina,
que aparecieron después de 1950) y que en la actualidad están indicadas como
tratamiento permanente (excepto en las emergencias) en casi todos los
diabéticos que requieren insulinoterapia. Las insulinas de acción intermedia
tienen un efecto hipo- glucemiante aproximado de 24 horas de duración,
iniciando su acción a partir de las primeras horas después de inyectadas.
Todas las insulinas poseen como carácter común su
administración parenteral. Las tentativas efectuadas con diversos
procedimientos para poder ser ingeridos por vía bucal fracasaron. Tampoco se
absorbe por piel o mucosas rectal o vaginal. Lo hace por vía subcutánea,
intraperitoneal o intravenosa.
Todas las insulinas se hallan dosificadas en
unidades y pueden adquirirse comercialmente en una proporción de 40 unidades u
80 unidades por centímetro cúbico. Para los casos de insulinorresistencia
existen concentraciones de insulina regular de 100 y de 500 unidades por
centímetro cúbico.
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